“Las neuronas son como cables”, y si algunas lesiones son esencialmente cables rotos, “necesitas una solución electrónica para un problema electrónico”, aseguró el magnate Elon Musk durante una demostración transmitida en vivo el pasado viernes 28 de agosto.
Así presentó un implante cerebral desarrollado por la empresa Neuralink, de la que es socio principal, con el cual apunta a la meta de resolver problemas relacionados con el cerebro y la columna vertebral.
Al “corregir” las señales eléctricas del cerebro, desgastadas por el paso del tiempo o dañadas por alguna lesión, Neuralink se propone llegar a resolver problemas como pérdida de memoria, del oído, de la vista, parálisis, depresión, insomnio, dolor extremo, convulsiones, ansiedad, adicciones, accidentes cerebrovasculares y daño cerebral.
Los primeros implantes, en cerdos
Los primeros ensayos clínicos en humanos serán para ayudar a personas con cuadraplejia o tetraplejia, explicó Matthew McDougall, jefe de Neurocirugía de Neuralink.
Por ahora, los primeros portadores del implante son dos cerdos: Gertrude, que lleva dos meses con un implante, y Dorothy, a quien ya se lo retiraron, “y se ve sana y feliz”, aseguró Musk durante la exhibición. También fue presentada una tercera cerda, Joyce, que no ha tenido el implante.
El cerdo fue el animal elegido por la similitud de su cráneo con el del ser humano, pero además, el equipo fue gratamente sorprendido por la versatilidad de su conducta.

El dispositivo está en su versión 0.9, con 1024 canales por link, y tiene el tamaño de una moneda grande de 23 milímetros de diámetro con 8 milímetros de grosor.

Un robot es el encargado de la cirugía para colocar el implante y los electrodos, según explicó el también dueño de la empresa espacial SpaceX. “Quedaría instalado en una hora sin anestesia general, así que podrías ir en la mañana al hospital y salir en la tarde”.

Para ello, se retiraría un trozo de cráneo que sería reemplazado por la pieza, de modo que sólo quedaría una pequeña cicatriz cubierta por el cabello y sería prácticamente indetectable. “De hecho, yo podría estar usando un link neuronal en este momento y ustedes no lo sabrían. Quizá sí lo estoy usando”, bromeó Musk.
Lo importante, resaltó, es la reversibilidad, pues el implante se puede retirar sin ninguna secuela; muestra de ello es la cerda Dorothy, a la cual le fue retirado y “sigue feliz”, afirmó.
En un futuro, las personas podrán usarlo y después cambiarlo por versiones más nuevas sin problema, añadió.

“Leer y escribir” en el cerebro
El dispositivo tiene todos los sensores que se esperarían en un reloj inteligente (smartwatch), como medición inercial (velocidad y orientación), temperatura, presión y monitoreo general de la salud, y es de carga inductiva (inalámbrica) con una batería que dura todo el día y puede cargarse durante la noche.
Pero además, y es el meollo de este asunto, permite “leer” la actividad cerebral, así como enviar estímulos o “escribir”.
En el caso de una persona con una lesión que le impida moverse, Musk explicó que “Si sabes lo que una persona quiere hacer con sus extremidades, puedes colocar un segundo implante en la base de la espina o donde esté la lesión y puedes hacer una derivación neuronal. A largo plazo se podrá restaurar completamente el movimiento de una persona”.
DJ Seo, director del Sistema de Implantaciones de Neuralink, precisó que al trabajar en todas las capas del producto, desde el diseño del chip hasta el código fuente, la empresa tiene la oportunidad única de incrustar la seguridad como parte del diseño, para asegurarse de que muchas de la interacciones con los datos del cerebro estén encriptadas y autentificadas.
El objetivo de esta demostración en vivo, aclaró Musk, es reclutar a los profesionales interesados a sumarse a este proyecto, que por ahora cuenta con unas cien personas.
¿El futuro va a ser raro?
De acuerdo con las expectativas de Musk y su equipo, este es el primer paso para una serie de posibilidades al combinar el cerebro humano con la inteligencia artificial, desde habilidades como visión mejorada, telepatía conceptual -que tendría que ser consensuada, aclara Musk- y nuevas formas de arte, hasta la prevención de varias enfermedades.
Incluso, en el futuro se podrán guardar y reproducir recuerdos, afirmó. “Suena cada vez más como un episodio de Black Mirror, son muy buenos prediciendo”, rió. “Podrías guardar los recuerdos como un respaldo y restaurarlos, en última instancia, podrías descargarlos en un nuevo cuerpo o en un cuerpo robótico; el futuro va a ser raro”.